Por empezar, el gobierno Nacional, que a dos meses de haber asumido, todavía no hizo ni un guiño a la clase media en lo que a medidas respecta y mucho menos a las Provincias, a las amigas y a las no tanto, restringiendo el dinero, dinero que hasta por ley ha estado, indica que no está fácil la cosa.
Inmersos en ese contexto están los Municipios que no escapan a la realidad del país, y a su vez, en nuestra ciudad, tenemos un Ejecutivo nuevo y una oposición nueva que es una tarea a la cual no estaban acostumbrados ninguno ya que tras 20 años de gobierno era un rol que se venía dando.
Por ello, en el 2024 la oposición en el Concejo va a tener que acostumbrarse a serlo y el Ejecutivo lo mismo. En el Concejo Deliberante tenemos una mayoría Peronista, por ponerlos a todos en un mismo saco, aunque fragmentada, no dejan de ser Peronistas y de eso no hay que olvidarse. La oposición va a tener que lidiar con las prácticas que el anterior Ejecutivo, en cierta manera, dejó como enseñanza tras 20 años de gobierno, es decir, actuar de una determinada manera.
La oposición se va a encontrar con que los proyectos, por mas que se aprueben, no van a ser llevados a cabo sin un consenso; que no todas las preguntas van a tener su respuesta, que no todas las minutas de comunicación van a ser contestadas; los recursos económicos con los que cuentan son escasos y la capacidad de respuesta a determinados problemas va a tener que ver más con la voluntad del Ejecutivo, y en el mejor de los casos, con los consensos que puedan lograrse con dialogo. O que, tal vez, las ejecuciones presupuestarias en años electorales no lleguen el 30 de abril para no poder ser usadas en campañas electorales, etc., etc.
Pero lo más difícil va a ser, a mi entender, acostumbrarse a que no todo va a tener la solución inmediata que anteriormente tenia por ser parte de un Ejecutivo y eso es la cuestión más lógica.
A su vez, el Ejecutivo actual va a tener que acostumbrarse a cuestiones nuevas, como ser las prioridades de la gente, que en ese aspecto el ciudadano es intransigente y no las negocia en ningún momento y a ningún gobierno. Esas cuestiones, innegociables por parte de la sociedad, son el ABC de los reclamos que son el ABL de los municipios. A la gente no le importa si tenés el mejor convenio para la mejor planta recicladora del universo, o si tenés el mejor convenio con la universidad de los EEUU, si antes no atendiste lo más elemental y básico que se le requiere a un Municipio que es, iluminación, recolección de residuos y desmalezamiento, si esto está cubierto, con posterioridad empieza a mirar al costado, mientras tanto, al ser lo más tangible lo va a reclamar a gritos y a formar coros para poder ser escuchado.
El tema de las prioridades en una sociedad es propio de la idiosincrasia de cada pueblo y por mas desarrollos teóricos o eruditos en posgrados en derecho municipal y administrativo o doctorados de ciencias políticas en municipios y comunas que se tenga, es un poco complicado, si no sabes que la calle Chile y Valparaíso no se cruzan y que no son parte de la vecinal 17 de Agosto, el GPS te está engañando. Tener una buena lectura de las prioridades va a ser el mayor desafío que tendrá el ejecutivo por delante.
No alcanza con hacer las cosas distintas a como se venían haciendo, para decir: “Acá hay un nuevo municipio”, los municipios son continuidades jurídicas y los pueblos sociológicos, hacer distinto algo que estaba bien, no lo convierte en mejor, ni peor. La diferencia está en lo que no estaba o estaba mal y no en lo que de alguna manera tiene aceptación popular.
Estas son cosas que con el tiempo se van aprendiendo, como casi todo en la vida, las prioridades de los pueblos son casi un tesoro y que en el menor tiempo posible sean tenidas en cuenta, es un buen indicador para la sociedad.