Redacción En el Recinto. “Argumentos como disminuir la desertización de puntos clave de la ciudad, mantener la limpieza, el orden y la estética edilicia de la ciudad, evitar el estado ocioso de la propiedad o disminuir los costos de los alquileres inmobiliarios, sin duda no han dado resultado”, explicó el concejal Franco Mazzoli fundamentando su proyecto para derogar la sobretasa de la TGIU a inmuebles baldíos.
Por otra parte, “adquiere un carácter ocioso todo aquel que cree que utilizar y reutilizar políticas históricamente ineficaces, basadas en enunciados falaces, puedan generar resultados positivos. Esta ordenanza nos muestra que la disposición de la propiedad privada es dominada por una imposición que castiga en lugar de un premio que estimula”, indicó desde su banca.
El edil de Fuerza Libertaria se cuestionó: “Acaso ¿el castigo de tener que pagar una sobretasa de un 200 % anual incentivó que haya más inmuebles en construcción o que los costos de los alquileres hayan disminuido? No. Por lo tanto, la existencia de esta ordenanza es un claro ataque de parte del estado hacia la disposición de la propiedad privada”.
“La eliminación de la normativa descripta, invirtiendo el castigo por un estímulo, sin duda alguna alcanzaría los efectos deseados por los argumentos que justificaron su creación”, finalizó el concejal.